¿Cuál es el origen del 8 de marzo? Como sabemos, este día se celebra el Día de la Mujer, momento en el que la defensa de los derechos de la mujer es lo que cuenta y en el que debemos reivindicar dichos derechos públicamente con más fuerza que nunca. El Día de la Mujer se celebra desde principios del siglo XX, pero existe cierta polémica sobre la semilla que lo ha originado, polémica que trataremos de esclarecer en este artículo con la ayuda de un trabajo de investigación que sólo pretende el mejor conocimiento de nuestra historia como mujeres libres.
El movimiento en pro de los derechos de la mujer no surgió en el siglo XX o en el XIX como muchas pensábamos, sino que existen antecedentes documentados ya anteriormente. Sin embargo, hasta el siglo XX no se han logrado los mayores logros, siempre con el sacrificio y la lucha de numerosas mujeres que no han querido conformarse.
Cabe destacar que antes de que se instaurara el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer Trabajadora ya se habían celebrado otros eventos similares entre los que cabe destacar el Women’s Day que se celebró en Estados Unidos el 28 de febrero de 1909 y que continuó teniendo lugar hasta 1913, aunque dicha celebración era de carácter más nacional.
Sabemos que nuestro primer Día Internacional de la Mujer tuvo lugar el 19 de marzo de 1911 en varios países de Europa, y que en ese primer encuentro participaron más de un millón de mujeres ansiosas por hacer saber al mundo sus reivindicaciones:
El derecho a voto
El derecho a la ocupación de cargos públicos
El derecho a la formación profesional
El derecho al trabajo y a la no discriminación por el mero hecho de ser mujer
Aunque lo anterior lo conocemos con certeza el problema surge cuando queremos saber el detonante de dicho acontecimiento, puesto que existen muchas fuentes de información erróneas con diferentes versiones al respecto.
Una de las versiones sobre este tema cuenta que el 8 de marzo de 1857 en Nueva York las mujeres de una fábrica (cuyo nombre también varía según la fuente) protestaron por la mejora de sus condiciones laborales, tras lo cual el empresario dueño de la fabrica las encerró y prendió fuego a la fábrica muriendo 129 mujeres. El mito continúa afirmando que en conmemoración de este suceso surgió más adelante el Día Internacional de la Mujer, pero en realidad no existe ningún documento fiable que corrobore esta versión. Otra teoría que circula es que dicho incendio ocurrió el 8 de marzo de 1908, teoría que se viene abajo en cuanto se descubre en el calendario de ese año que el día 8 de ese mes era domingo, día en el que difícilmente se origina una huelga, además de que tampoco hay ningún dato que sustente este hecho. Por último también se escucha que el origen pudo ser una manifestación del sector textil que se produjo en esta época también en Nueva York, pero nuevamente nos encontramos con que la afirmación no parece basarse en ningún dato serio.
Lo que encontramos cuando acudimos a investigaciones serias sobre este tema es que fue en
Copenhague donde, en 1910, en la celebración de la
II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, se aprobó por unanimidad el establecimiento del
Día Internacional de la Mujer Trabajadora como método de lucha por la causa de la mujer.
Esto fue gracias a la propuesta hecha por una mujer socialista y alemana,
Clara Zetkin.
Clara Zetkin y Rosa de Luxemburgo en 1910
Con respecto al incendio anteriormente mencionado: si ocurrió, pero no en 1857, ni en 1908, sino el 25 de marzo de 1911, pocos días después del primer encuentro internacional y en la fábrica “Triangle Shirtwaist Company” de Nueva York, donde murieron más de un centenar de trabajadoras. La relevancia que se le otorga es debida a que se hizo referencia a él en muchos de los encuentros anuales posteriores, pero no fue el origen del Día Internacional de la Mujer. Del mismo modo se sabe que si ocurrió una manifestación del sector textil, pero el 27 se septiembre de 1909, y la huelga se prolongó durante 13 semanas (hasta el 15 de febrero de 1910), pero tampoco tuvo parte en la instauración de la celebración del 8 de marzo.
Lo que parece haber ocurrido es que a finales del siglo pasado ha tratado de desvincularse la aparición de este día con el comunismo, que es en lo que derivaría el socialismo de aquel entonces. Y para esto se han elaborado diferentes farsas que al final no han podido sostenerse.
Prosiguiendo con la historia de la lucha de la mujer, y dejando ya polémicas a parte, tras el éxito del primer encuentro más países fueron sumándose a la manifestación pública sucedida. Rusia lo hizo en 1913, y en el resto de Europa se llevaron a cabo mítines de apoyo a la mujer y en contra de la guerra (Primera Guerra Mundial) en 1914 en fechas cercanas al 8 de marzo.
Fue el 8 de marzo de 1917 en Rusia donde, como consecuencia de la escasez de alimentos, las mujeres se amotinaron. Este importante acontecimiento marcó el comienzo de la Revolución Rusa, que derivó en la caída del Zar y en el establecimiento de un gobierno provisional que por primera vez concedió a la mujer el Derecho a Voto. Por la relevancia de este suceso, y sobre todo porque fueron las mujeres quienes lo llevaron a cabo parece ser que se situó definitivamente en el día 8 de marzo del calendario gregoriano el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Ya en 1920 en Estados Unidos se logra la aprobación de la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorga a las mujeres el derecho al sufragio en este país.
Otro hecho importante es la adhesión a la defensa de la mujer y de sus derechos de las Naciones Unidas desde que en 1945 se firmó en San Francisco una carta que constituye el primer acuerdo internacional que defiende la igualdad de ambos sexos como derecho fundamental e indiscutible. Y actuando en consecuencia desde entonces las Naciones Unidas han tomado innumerables medidas en diferentes campos con el fin de lograr que lo escrito en aquella carta se vea algún día plasmado en la realidad, destacando como ejemplo la declaración de 1975 como “Año Internacional de la Mujer”, así como la adopción de numerosas medidas legislativas, sociales, etc. Y, como no podía ser de otra manera, dicha organización, con cuya mediación se ha conseguido que incluso más países se unan a nuestra causa, también se ha unido a la celebración del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.
Ya para terminar sólo cabe resaltar que la situación de la mujer ha evolucionado de manera vertiginosa desde que un millón de mujeres se reunieran el 19 de marzo de 1911 para reivindicar públicamente lo que por naturaleza les correspondía, pero no debemos olvidar que un siglo después aun hay objetivos que no se han logrado, como la no discriminación de la mujer en el trabajo. Es por esto que no debemos relajarnos ni conformarnos, especialmente el día 8 de marzo. Debemos no ser conformistas y recordar que esta es nuestra causa, y que ningún organismo oficial va a defenderla con más garra que nosotras mismas. Podemos hacerlo desde nuestras familias, amigos y trabajo, y sobre todo recordando que lo tenemos mucho más fácil actualmente ya que otras han superado muchas dificultades a lo largo de la historia.