Eduardo Frei
El candidato de la oposición derechista Sebastián Piñera obtuvo un 44,05%, seguido por el oficialista Eduardo Frei con el 29,60%. De esta manera se confirman los pronósticos y ambos deberán competir en la segunda vuelta electoral el 17 de enero. Ya arrancó la campaña del ballotage con un Piñera dispuesto a todo por conseguir el voto liberal que le falta para la mayoría absoluta y con Frei tratando de aglutinar a los electores de la centro izquierda y rezando para que la presidenta Bachelet le transmita algo de sus magníficos niveles de popularidad.
Carolina Tohá, la nueva jefa de campaña del candidato presidencial oficialista Eduardo Frei, arremetió con fuerza contra el abanderado derechista Sebastián Piñera al acusarlo de no separar los negocios de la política y de no haber vendido las acciones de sus empresas.
Tohá, que horas antes había dejado su cargo de vocera de la presidenta Michelle Bachelet, inició así el trabajo del comando de Frei con miras a la segunda vuelta presidencial el 17 de enero, en la que Piñera aparece con amplio favorito.
Piñera, de 60 años, economista y empresario con una fortuna calculada en 1.000 millones de dólares por la revista Forbes, se impuso en la primera ronda por 44,05% sobre Frei, que apenas logró el 29,60% de los sufragios. Piñera necesitaba el 50% más uno de los votos para ganar en primera ronda.
El de Frei fue el porcentaje más bajo obtenido por el oficialismo desde el retorno de la democracia, en 1990. Frei, 67 años, ingeniero comercial, está obligado a remontar 20 puntos para derrotar a Piñera. Hasta ahora, cuenta con el 6% de los votos de los comunistas, que por primera vez en 37 años obtuvieron el acceso al Congreso al ganar los comicios tres diputados gracias a un acuerdo con el oficialismo.
Tanto Piñera como Frei apuntan al 20% de la votación que conquistó el diputado Marco Enríquez-Ominami, quien renunció al Partido Socialista para competir como independiente. Enríquez-Ominami, de 36 años, en su discurso del domingo después de su derrota, rechazó llamar a sus seguidores a apoyar a los candidatos en carrera para el balotaje de enero y los dejó en libertad de acción.
Enríquez-Ominami dijo que tanto Frei como Piñera "son lo mismo" y los calificó de "males del pasado".
Piñera rechazó el calificativo y agregó que "lo importante es que nadie es dueño de los ciudadanos, ni de los votos. Yo sé que la gente que estuvo con Marco quiere un cambio, y entre Frei y nosotros el cambio está al lado nuestro", añadió.
Tohá renunció el lunes al ministerio Secretaría General de Gobierno y se sumó al equipo de Frei y una de sus tareas será conquistar el voto de los jóvenes. Es una abogada de 44 años, ex diputada de gran oratoria, considerada como representante de las nuevas generaciones.
Piñera no respondió de inmediato a las acusaciones de Tohá en cuanto a sus empresas y viajó temprano en el tren subterráneo hasta Puente Alto, una comuna obrera donde la oposición derechista tiene mayoría. Mañana iniciará una gira por Chiloé, en el extremo sur.
El abanderado que representa a la ultraderechista Unión Demócrata Independiente (UDI) y a la derechista Renovación nacional (RN), repitió una frase que usó al cerrar su campaña y luego de conocer su triunfo. "Vienen tiempos mejores para Chile, se viene el gobierno del cambio, del futuro y la esperanza", dijo Piñera.
Frei, en una rueda de prensa en la que presentó a Tohá, dijo que "hoy estamos en una etapa absolutamente distinta, una etapa difícil. El 17 de enero la ciudadanía deberá decidir si quiere optar por el camino de cambios, de más oportunidades y de justicia social...o por el rumbo incierto del poder del dinero, de los negocios, mal relacionados con la política".
El candidato opositor tiene el 26% de las acciones de la principal aerolínea chilena LAN; el 13% del club de fútbol más popular del país, y el 100% de un canal de televisión.
Piñera ha dicho que si logra convertirse en presidente venderá su parte de Lan y conservará su participación en el club Colo Colo y la propiedad del canal de televisión. Ha dicho que encargó la administración de sus intereses por unos 500 millones de dólares a cuatro sociedades especializadas, pero la mayor parte de su fortuna está en el extranjero.
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